Exámenes finales

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Introducción

Al finalizar una materia, los equipos docentes definimos si los/as estudiantes están en condiciones de aprobarla o no. Para tomar esa decisión nos basamos en la recolección de evidencia sobre los aprendizajes. Si bien esa acreditación final varía en función de las materias, en líneas generales tenemos dos estructuras básicas: aquellas con régimen de promoción y aquellas con régimen de examen final obligatorio. En todas ellas, la instancia de final, sea para todos/as o para algunos/as, es parte integral del proceso formativo, del mismo modo que las otras instancias de evaluación. Cierra ese proceso, acreditando y definiendo los recorridos futuros de nuestros/as estudiantes. 

En el contexto de enseñanza remota en emergencia que estamos atravesando, tomar exámenes finales de modo virtual representa un nuevo desafío material y pedagógico. En pos de acompañar a los/as docentes en asumir esta responsabilidad y garantizar a los/as estudiantes la posibilidad de rendir sus finales -instancia necesaria para el ciclo formativo que, en caso de no llevarse adelante, puede implicar un retraso u obstáculo significativo- presentamos en este documento distintas opciones de evaluación, teniendo en cuenta la necesidad de evitar los actos fraudulentos. 

En sintonía con lo señalado por organismos nacionales e internacionales, quisiéramos advertir sobre la necesidad de atender a las condiciones materiales de los/as estudiantes: siendo muy variadas, pueden afectar sus desempeños al momento de la evaluación. Una encuesta implementada en el mes de mayo por la Secretaría Académica de la UNSAM reveló que hay un porcentaje significativo de estudiantes que no cuentan con las condiciones adecuadas para participar a clases remotas.

Conectividad limitada; dispositivos precarios, prestados o compartidos; falta de un espacio propio en el hogar; falta de destrezas digitales (que no eran exigibles al momento de la inscripción) son factores que se superponen entre sí y fragilizan la cursada de algunos/as estudiantes. Este escenario dispar requiere que adoptemos una actitud creativa frente a la instancia de evaluación final, en particular una disposición a combinar diferentes métodos de evaluación, para asegurar la igualdad de oportunidades. 

A fin de proponer alternativas capaces de incluir a aquellos/as que cuentan con dificultades objetivas es recomendable considerar qué requisitos tiene cada método de evaluación a distancia, en qué condiciones están nuestros/as estudiantes y los límites propios del aislamiento social. Por ejemplo, las propuestas de evaluación sincrónicas necesitan no solo de un espacio cómodo y tranquilo en el hogar y la disponibilidad de un dispositivo en el momento definido para la evaluación, sino también de una buena conectividad. En este caso, puede ser que no todos/as los/as estudiantes estén en condición de afrontar la instancia de evaluación del mismo modo, más allá de su dedicación al estudio y de su aprendizaje. 

En este marco, comenzaremos por detallar paso a paso cómo diseñar un final que no afecte negativamente el rendimiento estudiantil o distorsione la recolección de evidencia sobre los aprendizajes, asumiendo que todo método de evaluación tiene que ajustarse a las especificidades de la materia como a las estrategias de enseñanza de cada docente.

 

Cómo armar un final

 

Modalidades de finales

A la hora de pensar el tipo de evaluación final, debemos considerar que ningún instrumento es mejor que otro per se, sino que su elección se vincula a qué y cómo queremos evaluar. A su vez, como nuestra intención es medir los aprendizajes de nuestros/as estudiantes y evitar plagios o fraude, es recomendable optar por propuestas que promuevan instancias reflexivas: es decir, instancias que no apunten a una resolución mecánica, basada en la repetición de los contenidos aprendidos, sino que desafíen a los/las estudiantes para que pongan en práctica de manera creativa lo que les hemos enseñado. Claro que, para hacerlo en la instancia de final, tuvimos que haberlo hecho y practicado en el transcurso de la materia. 

Teniendo en cuenta que no existe en la actualidad una tecnología capaz de garantizar la ausencia de actos fraudulentos por medios virtuales, conviene proponer métodos de evaluación que promuevan la creación más que el control. La mejor manera de garantizar la autoría y evitar plagios es optar por experiencias creativas y reflexivas vinculadas con el proceso integral de formación, difícil de ser copiadas. 

Los/as docentes recibirán desde el Departamento de Servicios Académicos de su Unidad Académica las “actas volantes”, con número de folio y libro, con los/as estudiantes inscriptos. Se deberá respetar la condición de “Regular” o de “No regular” de los estudiantes. Una vez terminado el examen, se procederá a volcar la nota en las actas volantes y se les comunicará a los/as estudiantes junto con sus devoluciones. Las notas serán volcadas por el/la docente a la libreta universitaria del estudiante de forma presencial en fecha posterior.

En este marco podemos pensar distintas modalidades de exámenes finales según sean sincrónicas, asincrónicas y mixtas. En todo caso, es un requisito indispensable que se pueda contar con un registro del desarrollo de la instancia final, ya que toda evaluación es un documento público.

 

Consideraciones finales

1. Para definir qué se va a evaluar en un final, hay que definir qué esperamos que nuestros/as estudiantes hayan aprendido o desarrollado al terminar la materia, con qué profundidad y con qué grado de articulación.

2. Las propuestas de evaluación a distancia deberán dar cuenta de las funciones, los tiempos y actores implicados en la evaluación. Para que esto sea posible, los equipos docentes deberían estar en constante comunicación con los/as estudiantes y atentos a las condiciones en que se encuentran. 

3. Es importante comunicar por escrito de antemano sobre las fechas de evaluación, las estrategias que se va a utilizar, los entornos y herramientas que serán necesarios dominar para resolver la instancia. Se recomienda que los/as estudiantes estén informados con antelación respecto del modo en que se va a calificar, que sepan los criterios de evaluación que tendrá el/la docente y qué se espera que logren en esta instancia de evaluación para aprobar. Además, que sepan cuál será la propuesta alternativa en caso de que la original falle.

4. La instancia de final es un acto público y su producción un documento público: es requisito indispensable que se pueda contar con un registro del desarrollo y de la producción.

5. El Campus Virtual de la UNSAM se implementa a través de la plataforma educativa “Moodle”, la cual cuenta con diversidad de herramientas para diseñar los finales. Por ello recomendamos que dicha plataforma sea el espacio preferencial utilizado para el dictado de clases y la utilización de las otras opciones sean un complemento que enriquezca el espacio del aula virtual.